EL MATE
Los guaraníes llaman Caaigúa a la calabaza o recipiente que se usa para tomar mate, los quechuas la llamaban “mati”, palabra que los españoles adoptan para llamar tanto al recipiente como a la infusión que se prepara con yerba. Según J J Paliiere (1823-1887) la palabra mate les pudo resultar más fácil de pronunciar y por ese motivo se adaptó masivamente.

El primer mate que se usó fue el fruto de una planta trepadora, la Lagenaria vulgaris que pertenece a la familia de calabazas autóctonas de la zona yerbatera. Los guaraníes también las usaban para hacer botellas, almacenar granos y como baldes para lavar ropa. Para hacer un mate, su fruto, llamado calabaza, es cortado cuando está seco a la altura del estrangulamiento y es ahuecado. Luego, la calabaza debe ser “curada” que es el acondicionamiento para evitar la formación de mohos y malos olores, limpiando y sacando los hollejos del interior de la calabaza hasta la boca para poder cebar mate en ella. El curado se realiza colocando yerba en la calabaza, echando agua caliente y dejándola en reposo durante un día. Luego se desecha la yerba usada (la cebadura) y se raspa el interior con el cabo de una cuchara para desprender el tejido blando. Esta operación se debe repetir dos veces, hasta limpiarlo totalmente.

Para diferenciar y embellecer la calabaza se le grabaron o pintaron monogramas, cruces, fetiches, escudos y símbolos patrios, leyendas políticas y todo tipo de mensajes. También se la forró con cuero para protegerla especialmente en las zonas donde era difícil conseguirla. Más tarde, a mediados del siglo XVII, el mate se convirtió en un objeto de lujo, entro a los salones y lentamente se le fueron agregando aplicaciones de plata u oro recubriendo la calabaza hasta suplir la vasija vegetal con un mate totalmente de plata. A veces el mate fue tallado en madera de algarrobo o palo santo, fue hecho de coco, de asta o guampa, de marfil, de barro, de material plástico o de metal enlozado. A principio del siglo XX se fabrican mates de loza y porcelana en Alemania e Inglaterra. Todos estos mates, los de aluminio, otros metales, plástico, vidrio o loza son incurables y con un simple lavado ya están listos para ser usados, mientras que los de calabaza y los de madera se deben curar.